El poeta
«Tres poesías», esto alguien marcó al interior de mi cráneo con palabras de llamas.
—Si quieres dar sentido a tu vida no lo olvides, tienes que ofrecerme tres poesías.
¡Venga ya! Estas ardientes palabras aterrorizadoras habían dado la luz en el mundo contemporáneamente a mi aullido inaugural. ¡Qué mala suerte para una criatura si el primer día de vida ya se te pregunta algo!
Por tanto, de inmediato empecé a trabajar, porque no es fácil escribir poesías y tienes que poseer palabras, es verdad que tres no son demasiadas pero si todo el mundo va diciendo que las tuyas son basura es difícil contar hasta tres.
Una vida ha pasado y ha llegado el final.
—¿Entonces tienes tres poesías para ofrecerme?
—¡Por supuesto, soy un poeta indudablemente! «La primera es 1».
—Parece demasiado corta.
—«La segunda es 2».
—Esta es más interesante, ¿y la tercera?
—«Es 3 naturalmente». Bien ¿y ahora que he terminado todos mis asuntos puedo volver a nueva vida?
—Por supuesto, tengo curiosidad de escuchar otras tres poesías. .
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