El regalo de dios (Cuento erótico)
El día que me volví loco por la chica más bonita del mundo yo estaba allí. No lo puedo olvidar el 14 de enero del año 1955 mientras el aire le levantaba la falda a pliegues. Tenía el pelo rubio y nadie se movía como ella. Bellísima, la piel de marfil, feromonas rebosantes por todos los poros de su piel. No hay nada lejanamente comparable a esa mujer. Cualquier movimiento suyo brinda sensualidad, que linda figurita por el tormento de todos nuestros sueños. ¡Quién podía decirle que no sin volverse loco por la eternidad!
Reyes y todopoderosos lo habrían hecho todo para ponerse en cola solamente por la esperanza de una cena galante.
La más bonita del mundo... ¡seguro, la más bonita del mundo que Dios nos ha enviado para crear dolor al corazón de todos los hombres!
El día que me volví loco por la chica más bonita del mundo yo estaba allí. No lo puedo olvidar el 14 de enero del año 1955, mientras el aire le subía la falda a pliegues levanté la cabeza y miré lo que los otros ni podían ver en sueños. Desde entonces todos los grillos de Manhattan cuando me encuentran me saludan con respeto inclinando la cabeza.
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