La más bella
Siempre me he considerado la más rica y la más bella del mundo. Para mí se abrían puertas donde solo pocos hombres podían entrar: restaurantes refinados, atelier de alta costura, joyas... todo esto era para mí, solo para mí, y un día ha terminado, así sin preaviso. Me han partido en un solo corte de tijeras en dos pequeños trozos de plástico dorados sin valor, profiriendo estas insensibles palabras: «¡Está bloqueada señor!». .
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