Diccionario apócrifo — Tomo DXVII (Definición de términos)
Exégesis
El Diccionario Apócrifo tiene entre sus múltiples cualidades la de configurarse al visitante que pro tempore ocasiona sus servicios. Comparte sus divulgaciones desde la Nueva Época Paleocristiana y ha sido revaluado en las últimas décadas por su usabilidad adaptable, apta para determinar la definición más adecuada a la estructura encefálica del eligiente, de conformidad con lo establecido por el Departamento de Diferenciación Existencial.
Así que si se designa por ejemplo la palabra “palabra”, el Tomo DXVII nos proporciona sus eruditas explicaciones de forma sencilla aunque elocuente:
«La palabra “palabra”, como todos los términos del diccionario, abarca billones de posibilidades de respuestas distintas por cada interrogación, de modo tal que si a consultarlo fuese un pícaro, la respuesta sería “Acto incumplido suspendido en partículas de vapor”. Diferentemente si al consultarlo fuese el diccionario mismo (por su gran ductilidad) la respuesta por el término palabra sería “Acto cumplido suspendido en partículas de energía solar”. Y de la misma manera si la consulta fuera realizada por parte de unos gatitos pulgosos, la respuestas sería “Acto vocal con lo cual uno mismo se hace llamar tres veces al día al llegar la comida”. Y así, por consiguientes a los peces “Acto que no se puede cumplir pero que un día lo haré”».
Todo evoluciona en modalidad automática. El único peligro que puede ocasionar un black out, es la posibilidad que un elemento no encefálico pueda poner una pregunta al diccionario, en este caso no deben atreverse a hacer nada, será suficiente avisar Vigilancia Apócrifas para que se encarguen de la remoción de la unidad no animada en proximidad del diccionario; unos minutos y los técnicos proveerán el objeto de alma, así que Diccionario tendrá una respuesta más. .
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